Te marchaste sin palabras, cerrando la puerta,
justo cuando te pedía, un poco más.
El miedo te alejó del nido, sin una respuesta,
dejando un corazón herido, dejándome atrás.

Dices que el motivo fue la falta de aire,
si siempre te dejé ser libre, sin una condición.

Y ahora me muero de amor si no estás,
me muero y no puedo esperar,
a que vuelvas de nuevo aquí,
junto a mí, con tus besos.